por la infancia y un desarrollo solidario

Ariel dobla el papel higiénico de 8 a 12 de la mañana, es ayudante en el baño público de Cliza; también hace otras tareas que le pide su empleador.

Por Brayan Núñez

 “Yo quiero ganarme para poner para el libro, piden en la escuela y para eso”. Eso dice un niño que trabaja en el mercado central de Cliza, como ayudante en el baño público. Su chaqueta tiene estampada la frase “Los sueños no se cumplen, se trabajan” y él lo hace. Se esfuerza para estudiar y ayudar a su papá, para que les alcance el dinero (reportaje fotográfico realizado en Cochabamba por el niño Brayan Núñez en el marco de la iniciativa Niñ@s Reporter@s).

 “Si no trabajo de dónde voy a sacar dinero y quién me va a cuidar”, dijo otro niño, que trabaja lustrando zapatos en la plaza principal del municipio de Cliza, en Cochabamba. El dinero que gana su mamá no les alcanza para toda su familia. La misma historia repite el encargado de un centro de fotocopias.

 En Bolivia, hay tres millones de niñas, niños y adolescentes menores de 17 años. Unos 739 mil realizan alguna actividad laboral o trabajo, según el Instituto Nacional de Estadísticas.

 La realidad de Cliza es parecida a la de muchos municipios de Cochabamba, donde niñas y niños deben trabajar para pagar sus estudios o ayudar a su familia. En uno de los colegios del municipio “el 43% de estudiantes se dedica a trabajar en turno alterno para poder solventarse, ya sea en sus estudios o poder ayudar a su familia”, lamentó una profesora.

 En otros casos, las niñas y los niños trabajadores abandonan sus estudios y esto provocó alarma en las escuelas. Una de las medidas para ayudarles fue crear una comisión pedagógica para reforzar la parte educativa.  

 El artículo 32 de la Convención sobre los Derechos del Niño dice que las niñas y niños tienen derecho a estar protegidos contra los trabajos peligrosos para su salud o que les impidan ir a la escuela.

El mensaje de la chaqueta de Ariel, “Los sueños no se cumplen, se trabajan”, es como su vida misma. Trabaja para pagar sus estudios y ayudar a su papá; estudia para superarse.

 

Ariel cobra por el uso del baño, le entrega el dinero al dueño del servicio.

 

El material de trabajo de Pedro, un niño que lustra zapatos para ayudar a su mamá. Vive en el municipio de Cliza de Cochabamba.

 

Pedro trabaja en la plaza central de Cliza. Se levanta a las 7 de la mañana y lustra zapatos hasta el mediodía; después de almorzar se va al colegio.

 

Mauricio trabaja en un centro de fotocopias de Cliza de 7 de la mañana a una de la tarde. Después se va al colegio.

 

Luego de sacar las fotocopias, las engrapa y las entrega a la clientela.

 

Las personas que son atendidas por Mauricio llevan sus documentos para sacarles fotocopia.

 

Últimas noticias

  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
  • 6
  • 7
  • 8
  • 9
  • 10
  • 11
  • 12
  • 13
  • 14
  • 15
  • 16
  • 17
  • 18
  • 19
  • 20
  • 21
  • 22
  • 23
  • 24
  • 25
  • 26
  • 27
  • 28
  • 29
  • 30
  • 31
  • 32
  • 33
  • 34
  • 35
  • 36
  • 37
  • 38
  • 39
  • 40
  • 41
  • 42
  • 43
  • 44
  • 45
  • 46
  • 47
  • 48
  • 49
  • 50