por la infancia y un desarrollo solidario

En los kioskos que están dentro de los colegios venden hamburguesas envasadas.

Por Amelia Flores, Birgit Calle y Gabriel y Valeria Cazuriaga

En las unidades educativas Fuerzas Armadas de la Nación B y República de Colombia, así como en el colegio privado María Inmaculada, todos de la ciudad de La Paz, las niñas y niños tienen una gran variedad de comida chatarra a su disposición y pocos alimentos nutritivos para que los consuman en el recreo.

 Las porteras suelen estar a cargo de la venta de productos dentro de los establecimientos y su criterio es ofrecer lo que tiene más acogida, porque de ello depende generar ingresos adicionales. Por eso en los kioscos abundan las frituras, los embutidos, las gaseosas y las golosinas de toda clase.

 En los tres colegios están tratando de incentivar la alimentación nutritiva: en los públicos, haciendo que las vendedoras incorporen frutas en la oferta y, en el público, que guarden por un día la comida chatarra para ofrecer solo frutas, arroz con leche, gelatinas, yogurt con cereal y otras.

 Pero justo el “día saludable”, como lo han nombrado, las y los estudiantes compran toda su merienda de los kioscos callejeros, donde también ofertan comida chatarra, y ni se acercan al del colegio.

 En las campañas para la elección de directivas escolares en los colegios públicos, las y los candidatos propusieron la “dieta saludable”, pero esta fue rechazada.

 Desayuno escolar

En los colegios fiscales de todo el país, las y los estudiantes reciben el “desayuno escolar”, que se entrega con el fin de complementar la alimentación. Sin embargo, en los colegios visitados a la mayoría les desagrada, porque es repetitivo, por su sabor y/o presentación, o porque afecta a estudiantes que sufren intolerancia a la lactosa o al gluten, o padecen alergias.

 En el área urbana, el desayuno escolar es entregado por empresas que, en su mayoría, son estatales, como Lacteosbol. Pero hace un tiempo, en un intento por mejorarlo, entregaron huevos cocidos en salmuera, elaborados y envasados por una compañía privada, Ovoplus, de la ciudad de Cochabamba.

 Para distribuir los huevos desde Cochabamba a diferentes ciudades del país, como La Paz, los congelan y así los entregan a las y los estudiantes para su consumo. A la mayoría le pareció que un huevo duro helado no es apetitoso.

 Según nutriólogos, el desayuno escolar está muy bien adecuado a las necesidades de las y los estudiantes. Sin embargo, no se adecúa a sus gustos, por lo que termina en el basurero, mientras que las niñas y niños optan por comprar comida chatarra.

Kiosco de venta de golosinas, gaseosas y comida chatarra. Se encuentra frente a la Unidad Educativa Fuerzas Armadas de la Nación B en la zona de Bolonia de La Paz.

 

Papas fritas y donnas, parte de la oferta que hay frente a los colegios.

 

Dentro del colegio se venden también queques.

 

Pilfrut es una bebida con sabor a frutas muy consumida por todas las niñas y niños en los colegios.

 

Los choferes del transporte escolar también consumen las gaseosas que se venden dentro y fuera de los colegios.

 

Las y los estudiantes prefieren bebidas gaseosas en lugar de agua; compran las botellas de tres litros por la cantidad y porque les resulta más barato.

 

Restos de las salchipapas, una mezcla de salchichas tostadas en aceite acompañadas de papa frita y abundante mayonesa. La basura queda regada por la calle.

 

Un árbol con la basura que las y los estudiantes dejan luego de comer.

 

Un pan y un jugo envasado por una empresa estatal es el desayuno escolar que distribuyen en los colegios públicos.

 

En el colegio privado María Inmaculada han incluido frutas para que las y los estudiantes las consuman en la hora del recreo y así mejoren sus hábitos de alimentación.