Daniela Aguilar Navarro, 11 años, y Yessica Arancibia, 13 años, ecoperiodistas del municipio de Sucre, Chuquisaca
El río Aranjuez está contaminado con la basura que botan las vecinas y los vecinos, y algunas personas que pasan por el barrio Santa Rosa de la ciudad de Sucre, quienes, incluso, hacen ahí sus necesidades. También queman los desechos por no esperar el carro basurero, por falta de conciencia y por falta de respeto.
Fuimos a investigar qué contamina el río y al llegar lo primero que se siente es el mal olor, al principio no es muy fuerte, pero se hace más intenso al acercarnos a la quebrada por donde fluye el agua. Tratamos de llegar al río mismo, pero es difícil hacerlo, debido a la gran cantidad de perros callejeros que han ocupado la entrada al lugar. Más arriba, donde está la parada del transporte público, se ven las aguas negras que vienen del alcantarillado de las casas. Ahí se alimentan los chanchos.
Según Margarita, enfermera del centro de salud, la contaminación del río es un problema de salud para toda la población, incluso para quienes van de visita, y sobre todo para las personas adultas mayores y para las niñas y los niños. Ella vive y trabaja en el barrio, por eso pide a las autoridades que actúen sobre la contaminación del lugar.
Edson es un vecino que está molesto porque el río “todo el tiempo para sucio”; a Macario Quispe también le enoja que el agua que antes era limpia, ahora esté “totalmente sucia”, y Lucy Gabriela, una estudiante, está “en contra de las personas que echan la basura”. Estas personas están enojadas porque sienten que su salud está en peligro; proponen entubar el río, controlar y multar a quienes boten basura, y tomar conciencia sobre el daño al medioambiente.
El barrio Santa Rosa está atravesado por el río Aranjuez que fluye por una quebrada.
Las y los vecinos del barrio arrojan basura y escombros a la quebrada.
En la quebrada del río Aranjuez, convertido en un basural, crecen tunales en medio de la contaminación.
Hay restos de basura quemada en varios lugares próximos al río Aranjuez.
Aguas negras de los alcantarillados se unen a las del río.
Los envases de plástico están regados por todas partes.
