Una de las niñas del centro que se ayuda con el “burrito” para caminar.
Por Noemí Copa, Yhoselyn Cruz y Emeliana Quispe
Las niñas y niños con discapacidad física que acuden al Centro de Rehabilitación y Salud Mental San Juan de Dios de la ciudad de Potosí, están dispuestos a salir adelante y a disfrutar de la vida. Ahí se sienten libres de expresarse y participan en diferentes actividades.
En este centro, además de contar con terapia para diferentes discapacidades físicas, las niñas y niños también estudian las materias regulares de la educación escolar. En su horario está incluida una materia llamada “apoyo a la educación inclusiva”.
Entrevistamos a Angélica, una niña de 11 años que tiene dificultades para vocalizar al hablar y camina con la ayuda de un caminador al que le llaman “burrito”. Aunque parece ser tímida, contó que las materias que le gustan son educación física y música. En el centro realiza sus tareas y en su casa tiene el apoyo de su mamá que se llama Luisa. En los recreos, ella prefiere quedarse sentada por miedo a tener un accidente
Jesús es otro niño que estudia en el centro y que también camina con “burrito”. Él prefiere leer y escribir en las diferentes materias que pasa, porque le gusta compartir sus pensamientos y opiniones.
Además de las niñas y niños, quienes siempre están en el centro son las mamás y papás. La mamá de Jesús, doña Martina, relató que ella se queda toda la mañana, así puede ayudar a su hijo a salir al recreo y a volver a su curso. La mamá de Angélica también está pendiente de todo lo que necesita su hija. Ambas están presentes también en diferentes actividades que realizan en el centro como las celebraciones por días especiales.
El jefe de Género y Generacional de la Defensoría de la Niñez de Potosí, Franklin Sunagua, informó que coordinan actividades con los centros San Juan de Dios que tiene un equipo completo de rehabilitación y con Gema, que está especializado en educación. Ambas instituciones son de convenio, es decir que participa el Estado e instituciones privadas, como la Iglesia católica en San Juan de Dios la iglesia. Explicó también que la Defensoría no da ninguna ayuda especial a las niñas y niños con discapacidad
Según el artículo 23 de la Convención sobre los Derechos del Niño, las niñas y niños con discapacidad física o mental tienen derecho al cuidado y atención especializada que garanticen su educación y capacitación con el fin de ayudarles a que disfruten una vida plena.
Un dibujo de Angélica, una de las niñas con discapacidad física.