por la infancia y un desarrollo solidario

  

Un niño de nueve años, un joven de 17 que este año saldrá bachiller y un adulto de 33 años son los ganadores del concurso “Detrás de una mujer feliz hay un machista abandonado”, convocado por Radio Deseo del movimiento feminista Mujeres Creando, en las categorías definición de machismo, insultos machistas y cómo dejar de ser machista, respectivamente. María Galindo, que lanzó la iniciativa desde su programa radial “Sopa de piedras”, indicó que la intención no es buscar aliados, sino “traidores del patriarcado”, porque “el machismo es un problema de los hombres consigo mismos”.

Al concurso se presentaron 96 hombres de diferentes edades, incluso de la tercera edad, uno de los cuales caminó desde la ciudad de El Alto hasta la ciudad de La Paz para entregar su trabajo, ya que no tiene un celular adecuado para enviar imágenes. El incentivo fue un premio de 500 bolivianos para cada categoría.

Durante el acto de premiación, Wálter Vargas, árbitro de fútbol y finalista, destacó que hablar entre hombres sobre los machistas es visto como desleal, porque entre varones “no nos pisamos la manguera” y sintió que escribir para el concurso “fue como darse palo uno mismo y eso es doloroso, pero también te das cuenta de que hay cosas que haces mal”.

Al respecto María Galindo reflexionó que, desde su experiencia, a los hombres les resbalan las palabras de las mujeres, pero “no les resbalan las palabras de los hombres; estamos en lucha, no somos sus enemigas ni son nuestros enemigos, la lucha no es quién va a matar a quién, ni quién es más fuerte; la lucha es cómo queremos vivir y cómo vamos a construir nuestra libertad”.

Los ganadores

Matías Andy Huanca, de nueve años, envío sus definiciones desde la ciudad de Oruro. Para él, machismo es “cuando golpean a una mujer, cuando se cree más fuerte que una mujer, cuando alguien defiende al golpeador, cuando dice un varón que una mujer no puede trabajar de lo que dice un hombre”.

Entre los insultos que se dicen entre hombres Aaron Felipez Baltazar de 17 años recopiló los siguientes: “culichupado”, flaco o desnutrido; “mandarina” o “saco largo”, hacerse mandar por una mujer; “hecho al pendejo”, creído, soberbio; “mastuco”, grande y fuerte; “te meas”, tener miedo; “pichurrio”, insignificante, que no vale nada.

Caleb Arce, de 33 años, cree que “para dejar de ser machista déjate de joder y no salgas por las calles presumiendo tu virilidad, tu fuerza, tus músculos como si fueras un Hércules andino. Para dejar de ser machista no salgas a beber fingiendo que eres un padre sacrificado y que tu obligación termina con llevar únicamente dinero y llegar borracho para pedirle cuenta de los gastos. Para dejar de ser machista, embriágate con tus amigos gais y transexuales, ve a sus bares y comparte con ellos y con ellas para sentir lo que el mundo hace con ellos y ellas; permite que te toquen, que bailen contigo sin que ello implique el miedo a ser violado o a que te transmitan alguna enfermedad; permite que te beses, rompe con tu perjuicio binario de la vida; para dejar de ser machista ábrete a su realidad. Para dejar de ser machista llora en la plaza o en tu trabajo, llora en el bus o en la avenida, llora y consuélate, no vayas a los brazos de ella a culparla de tu dolor. Para dejar de ser machista no grites que la amas, no la golpees para saber que la cuidas, no la mates para saber que es tuya para siempre. Para dejar de ser machista no te midas el pene. Para dejar de ser machista no vayas al cuartel, déjate crecer el cabello. Para dejar de ser machista que tu formación religiosa no sea excusa para tenerla toda tu vida a tu lado. Para dejar de ser machista no tengas hijos que no puedas criar ni mantener. Para dejar de ser machista usa condón o mastúrbate. Para dejar de ser machista aprende a estar solo. Para dejar de ser machista no finjas ternura y honestidad para violarla y después embarazarla. Deja de ser macho y busca trabajo y tiempo para cuidar de tus hijos. Para dejar de ser machista da el primer gran paso, acepta que eres machista”.