por la infancia y un desarrollo solidario

Por Taina Moya Cuba - Niña ecoperiodista

La parte baja del cerro San Miguel, al sudoeste de la ciudad de Cochabamba, es considerado por las y los vecinos un lugar bonito para vivir porque tiene vegetación, calles amplias y todos los servicios. Pero la basura es un gran problema.

Gente que vive en la parte baja del cerro bota basura en calles y avenidas, en lugar de colocarla en el contenedor del barrio. Botan en bolsas, en sacos y sueltas, lo hacen todos los días por falta de educación y por inconsciencia, según vecinas del barrio.

Lilian Gutiérrez Vedia dice que “el barrio es muy bonito, pero lo arruina la gente que es muy inconsciente, no cuida su barrio, está constantemente botando la basura donde ellos quieren, donde pueden, no tienen esa educación de poder botar (su basura) los días que pasa el basurero, porque por este barrio pasa el basurero dos veces a la semana”.

Carmen Calderón añade que no solo es la gente del barrio, también otras personas “traen desde arriba la basura, no es de aquí nomás. Entonces debíamos poner algún guardia, es muy sucio la basura que tenemos en el barrio”. Ella se refiere a la parte alta del cerro San Miguel, donde no hay ni basureros ni contenedores para la vecindad.

Andrea Castro Villacorta informa que el carro basurero pasa los días martes y viernes en la mañana, y Lilian Gutiérrez añade que todas las madrugadas, trabajadores de la Empresa Municipal de Servicio de Aseo (EMSA) de la alcaldía vacían el contenedor y barren calles y avenidas.

Pero la basura rebasa esas acciones. La contaminación y los malos olores provocan dolores de cabeza, pues incluso se puede ver animales muertos en las calles. Debido a la pandemia las reuniones vecinales se han suspendido y eso ha agravado la situación, ya que ahora no hay donde quejarse.

La única solución que proponen las vecinas entrevistadas es que todas y todos los vecinos sigan el ejemplo de las personas que botan su basura al contenedor o que esperan la llegada del carro basurero. Así será posible disfrutar de aire fresco y sin contaminación, lo que contribuirá a tener buena salud.

Lo que el barrio necesita es más vegetación y más personas que boten la basura en su lugar.

Habiendo contenedor, la gente bota basura en avenidas y calles, lo que contamina y causa malos olores.

La gente que vive cerca de este contenedor tiene que soportar los malos olores de la basura y hasta de animales muertos que dejan ahí.

Cuando llueve y hace viento, la basura se esparce por todas las calles del cerro y contamina también el aire.

En este tiempo de pandemia, la gente usa barbijos y los botan donde sea; esta acción puede causar que la gente se contamine con el virus.

La basura se encuentra incluso debajo del letrero que prohíbe botarla en los lugares públicos. Muy cerca de ahí parece que a las personas que están no les importa el riesgo que corren.