Por Milenka Aleska Pañuni Quispe - Niña ecoperiodista
Antes de que se construyera el parque con material reciclable, este espacio de la ciudad de El Alto estaba abandonado. Estudiantes, junta escolar y vecinos se propusieron convertirlo en un parque recreativo utilizando llantas desgastadas, bidones, alambres, madera y chatarra. Así fluyeron las ideas para crear un lindo parque ecológico.
El parque está ubicado en la zona Cristal 1, Distrito 8 de El Alto. En el año 2017 la vecindad decidió construirlo, explica José Luis Velásquez, presidente de la junta escolar. Las llantas se convirtieron en macetas para las plantas, los bidones en basureros y con la madera y fierros se armaron subibajas. Otras llantas se usaron para armar columpios y combinadas con turriles se transformaron en carritos para los más pequeños; con ladrillos y cemento se hicieron mesas y asientos. La junta escolar compró tres luminarias que siguen alumbrando.
A Fiorela Quispe Poma, de 14 años, de la unidad educativa Cristal B, le pareció muy creativo reciclar material para hacer un parque bonito. Además, enviaba un mensaje: la importancia de reutilizar las cosas que ya no tenían uso.
Con el paso del tiempo el parque se ha deteriorado. El presidente de la junta escolar comenta que sabían que iba a durar entre ocho meses a un año y con mantenimiento habría aguantado hasta el 2020 en buenas condiciones. Además del desgaste normal por el uso, algunas personas arruinaron el parque botando basura, arrancando las plantas y dándole un uso inapropiado.
Eymi, otra niña de 13 años, está decepcionada: “Al momento de destruir el parque destruyeron mi casa”. Del columpio solo quedan dos sogas colgando. El subibaja está roto y los carritos maltratados. La basura era depositada en las macetas y las flores murieron. Y hay excrementos de perros en todo el parque.
A pesar de que el parque está arruinado, niñas y niños siguen jugando allí porque es el único lugar de recreación. Si el parque desaparece, se les quitará el derecho a jugar y a desarrollarse con plenitud.
La junta escolar de Cristal 1 ha propuesto que madres y padres de familia, estudiantes y la alcaldía vuelvan a unirse para reparar el parque y dejarlo lindo como fue. Esta forma de trabajo respeta el derecho de la población a participar en las decisiones sobre temas ambientales. Las y los adolescentes también piensan en una solución que han aprendido en sus talleres, practicar las tres R: reciclar, reutilizar y reducir, lo que ayudará a tener una conciencia y buena actitud.
El parque de la zona Cristal Uno, del Distrito 8, fue construido el año 2017 con material reciclado.
Muchos de los juegos fueron construidos con poco presupuesto, reciclando llantas y otros materiales. En la foto hay un subibaja de madera y llanta de auto.
Con el tiempo los juegos quedaron deteriorados y son peligrosos para los niños.
El columpio del parque está roto. Los mismos jóvenes de la zona terminaron por destruir este juego.
Auto construido con turriles y llantas, su condición inestable es un peligro para niñas y niños.
Masetas para plantas hechas de llanta de auto, ahora contienen basura y heces de perros.