Por Camila González Aramayo
Teresa Virreira Gabriel tiene 79 años y por costumbre usa bolsas de tela para hacer sus compras en el mercado. Aprendió a hacerlo desde niña porque “antes no conocíamos las bolsas de nailon”; lo que ahora también sabe es que ese material es “dañoso” para el medio ambiente.
Ella es mi bisabuela y siempre la veo con bolsas de tela cosidas con sus propias manos. Fui a visitarla para que me cuente cómo hacían las compras del mercado cuando era más joven.
“Teníamos nuestras canastas y ahí hacíamos mercado y las caseras ponían todo en las canastas; tenían sus servilletas para pesar la papa… todo nos ponían en las canastas. Así era antes”.
Mi bisabuela me contó que las vendedoras del mercado ordenaban los productos en las canastas. Por ejemplo, a un lado ponían las zanahorias, al otro la papa, a su lado las betarragas, lo mismo con las verduras; trataban de no mezclar los productos.
Las compradoras, al llegar a sus casas, ponían sus alimentos en diferentes recipientes cubriéndolos con una servilleta para que no se echen a perder. Mi bisabuela, que no tenía refrigerador, los dejaba en el piso para que se mantengan frescos.
Le pregunté cómo le vendían el arroz, el azúcar y los fideos. Me respondió que, para estos productos, las vendedoras usaban papel sábana. Doblaban el papel de forma que quede como un bolsillo y metían los productos. Ella llevaba pequeñas latas de leche donde pedía que le den el arroz y el azúcar para que no se le derrame en su bolsa; en cambio para el fideo, y también para el pan, usaba las bolsas de tela que desde entonces cosía.
Según la historia que mi bisabuela me contó, la carne era lo último que compraban y también les vendían en papel sábana. Para evitar que chorree hasta llegar a su casa, ponían un papel sobre la verdura y encima la carne. Claramente tenía que ir lo más rápido posible para que no ocurra ningún accidente.
Ahora muchas personas usan maples para comprar huevos, pero mi bisabuela dice: “antes no se conocían los maples, todo era en canastitas, tengo mi canastita que ahí siempre compro los huevos”.
Sobre las bolsas de nailon ella piensa que usarlas “está muy mal, porque sabemos que es muy dañoso. Pero todas las caseras, cuando una va al mercado, lo primero que nos dan son bolsas de nailon. Algunas personas, yo, por ejemplo, siempre me llevo mis bolsas aparte para la papa, aparte para las verduras y me hago poner directamente para no traer a mi casa plásticos”.
Teresa Virreira vive en la zona Norte de La Paz, donde se instalan pequeñas ferias de venta de verduras.
Antes las compradoras llevaban canastas al mercado y las vendedoras separaban los productos.
La tela ha sido y aún es un buen material para comprar y ahí mismo guardar fideos.
A pesar de sus acciones, no consigue evadir por completo las bolsas de nailon, pero recicla las pocas que tiene.
Aprovecha su afición a la costura para hacerse bolsas de tela.
Cuando va al mercado, mi bisabuela tiene bolsas únicas, de distintos colores, tamaños y texturas.