Por Cristian Condori Barrera
El río de La Angostura, en el municipio de Arbieto, departamento de Cochabamba, es un lugar donde niñas y niños van a nadar porque es caudaloso, pero hay personas que desechan ahí sus materiales de construcción y también lavan sus autos. Este río proviene de la represa La Angostura, y la corriente fluye hacia el municipio de Cercado, donde queda la capital.
Durante un recorrido se vio que en una orilla del río están unos gangochos con cascajo, pedazos de ladrillos e incluso restos de cemento seco; en la orilla del frente, los desechos de construcción incluso ya han formado una pequeña loma.
Cerca de ahí, las personas llevan sus vehículos hasta el medio del río donde los lavan, ayudados con un balde para recoger el agua. El señor Armando estaba lavando su auto y explica por qué hace esto. “Como hay abundante agua (en el río) y como aquí en la zona sur hay escasez de agua, entonces aprovechamos cuando sueltan agua de la represa, aprovechamos en lavar, algunos (lavan) alfombras o a veces autos”, dice.
Don Antonio Layme Higuera también lava su auto en el río e indica que el agua llega contaminada desde la represa. “Es que lamentablemente sabemos que está en el río de arriba, del cerro del lado de Punata o Clisa o Tarata, está entrando directamente a la represa, pero está contaminado (…), lo mismo que está entrando a la represa, todo lo botan al río y sí o sí se está entrando a la represa”, dice.
En abril, el flujo del agua es turbia, fría y llega más o menos a los 30 centímetros de altura. Los pastores llevan a sus animales a las orillas a tomar agua. Vacas, cabras y ovejas tienen al agua del río como única fuente para saciar su sed.
Fuera de esas actividades que afectan al río, la señora Vanesa Condori cuenta que otro tipo de desechos también terminan en la corriente. “Está contaminado; en el río, cuando corre el agua, están botando perros muertos, están botando gallinas muertas, están botando sus plumas”. Ella ve estas acciones desde su puesto de venta de refrescos en la tranca cercana.
Este lugar es conocido como turístico porque cerca de la represa de La Angostura hay hoteles, restaurantes y paseos en lancha. La vendedora dice que la basura provoca malos olores, lo que da mala imagen al río ante los visitantes.
A pesar de esto, aún hay personas que necesitan el agua de este río. A unos metros de donde don Antonio limpiaba su auto, una señora lavaba su ropa ayudada por sus hijos y bañaba a la más pequeñita. Más allá, un grupo de niños disfrutaba del sol y del agua en una especie de poza, nadando con mucho entusiasmo.
Además, aunque cerca hay una carretera de intenso tráfico y hay basura en varios sectores del trayecto del río, el ambiente en las orillas huele a plantas medicinales, sobre todo manzanilla y eucalipto, que fueron muy valoradas durante los momentos más difíciles de la pandemia del covid-19.
- El río de la Angostura está ubicado en el municipio de Arbieto, provincia Esteban Arce del departamento de Cochabamba.
- Vecinos de distintos lugares de la zona sur van a lavar sus autos. Esta actividad es muy frecuente y genera contaminación en el río por la grasa de los vehículos.
- Los niños de la zona van al río a divertirse y nadar. Están preocupados por la contaminación y piden a la gente que evite botar basura al agua.
- Las familias tienen la costumbre de lavar y bañarse en el río, es una actividad muy frecuente.
- Un comunario de Arbieto lleva a sus cabras a beber en el río. Por muchos años él ha recorrido este lugar y es un testigo de los cambios que se han producido.
- Desechos de construcción son dejados en gangochos en la orilla del río. A pesar de la contaminación, el ambiente huele a eucalipto, manzanilla, chijchipa y otras plantas medicinales.
- En los extremos del río se puede observar los escombros y la basura que dejan las personas; cuando suba el caudal en época de lluvia todo será arrastrado por la corriente hasta otras zonas.
- La corriente va reuniendo la basura en las ramas de las plantas que están en las orillas del río. Esto genera una contaminación que se va acumulando con el tiempo.
- Bolsas plásticas ya son parte de la imagen del río, han permanecido ahí mucho tiempo y no hay personas que intenten limpiar la basura que fluye con la corriente.