por la infancia y un desarrollo solidario

Por Peter Negrete Olivera, Bianca Sunahua Ancasi y Dariné Catorceno Helguero

Las vecinas y vecinos de barrio Libertador, en la ciudad de Cochabamba, tienen un tanque que les sirve a todos para almacenar el agua que usan para cocinar, lavar ropa y el aseo personal. El gran recipiente se llena al mediodía con ayuda de una bomba ruidosa y los vecinos lo lavan con frecuencia para que el agua salga cristalina y limpia.  

El tanque de agua queda en la punta del Cerro Verde, desde allí salen las cañerías hacia las casas. El tanque es una reserva para la zona, porque el agua llega a las casas dos o tres veces a la semana.

Ángelo Milton Guzmán, que es trabajador del Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado Sanitario (Semapa), explica que el tanque se limpia cada dos semanas porque, de no hacerlo, se acumulan óxidos y bacterias.

En el barrio Libertador hay un solo parque para las niñas y niños, pero está lleno de piedras. Las calles tienen basura, aunque los vecinos tratan de mantenerlas limpias. Cerro Verde se llama así porque hace mucho tiempo estaba lleno de árboles y vegetación, pero ahora está poblado por muchas casas.

Dos veces a la semana llega el agua, los martes y viernes, y los vecinos aprovechan para reunirla en bañadores, turriles y tachos. Algunas mamás aprovechan para bañar a sus hijas e hijos en el sol.

Doña Adela Ancasi Chacolla, vecina de la zona, explica que el agua no le alcanza para sus distintos trabajos en la casa y a veces compra del aguatero. Ella junta el agua usada en el lavado de ropa para limpiar el patio y echarla en el baño.  

Cerca del Mercado Campesino vive la señora Blanca Helguero. Ella tiene agua los días martes, jueves y sábado. Lo que reúne en sus turriles, baldes y en su tanque le dura como máximo dos días a su familia de 13 personas.

Ella vive en anticrético en una casa que está en construcción y que tiene las cañerías perforadas. Doña Blanca dice que el dueño prometió arreglarlas cuando termine la obra, mientras tanto se desperdician unas tres latas de 15 litros por día.

Las señoras del barrio dicen que hacen varias cosas para no gastar mucha agua porque es muy escasa, por ejemplo, lavar solo el día en que chorrea agua y reciclar el agua para echar al inodoro y limpiar el piso.

  1. El tanque del barrio Libertador en Cerro Verde tiene que ser limpiado cada dos semanas para que no se oxide.

  1. En la casa de doña Adela hay un grifo en mal estado y la familia recibe el agua para no derrocharla.

  1. Doña Adela usa baldes para llenar sus bañadores cuando lava ropa.

  1. Los martes y viernes son días de lavado de ropa y para bañar a las niñas y niños al sol.

  1. Para lavar los platos, doña Adela tiene tres bañeras, una con detergente y dos para enjuagar.

  1. En la casa de doña Blanca se asean con agua del tanque porque del grifo del baño no funciona. El tanque se llena dos veces a la semana.

  1. La cañería del piso superior tiene una fuga y el agua chorrea por la pared. El dueño de casa solo prometió arreglarla.

  1. El piso siempre está mojado debido a la fuga de agua y aunque se desperdicie hay que pagarla.