por la infancia y un desarrollo solidario

Por Dayana Grisel Higueras

En el barrio Santa Rosa de Lima, del municipio de Arbieto en el departamento de Cochabamba, todas las vecinas y vecinos cuidan el agua y saben reciclar. Allá no hay agua potable, ni de pozo, solo tienen el agua de los camiones cisterna y agua embotellada para tomar.

El agua del lavado de la ropa sirve también para los trabajos de aseo como trapear los pisos, lavar las paredes y el patio llenos de polvo y los zapatos con barro; también la usan los albañiles que construyen las casas.

El agua de la ducha sirve también para regar las plantas, también se puede usar para lavar la ropa porque es limpia. El agua con la que se lava las verduras sirve para las plantas y para dar a los animales como conejos, ovejas, gallinas, patos, vacas y las chivas; los perros y gatos siempre quieren agua nueva.

En mi barrio todos reciclan el agua porque el “aguadero”, como se le dice al camión cisterna, solo viene dos veces a la semana, lunes y jueves. El carro da vueltas por el barrio tocando bocina. Cuando las vecinas y los vecinos lo escuchan, alistan sus turriles limpios y salen a gritar a la calle “aguadero, aguadero” hasta que el chofer les escuche.

El agua buena cuesta siete bolivianos el turril y es la que recomienda consumir la organización territorial de base (OTB). Un turril tiene casi 160 litros y alcanza para seis personas al día. Pero hay agua más barata que cuesta cinco bolivianos, pero la mayoría de las vecinas y los vecinos no compran porque tiene pelos y su sabor es horrible. Esa agua vendían en el barrio durante la cuarentena y no había otra para consumir.

El agua solo para tomar cuesta 10 bolivianos el botellón, que tiene 20 litros, la mayoría de las personas del barrio la consumen. Un botellón puede durar una semana para una familia de seis personas, pero cuando se hacen jugos dura cuatro días.

En la comunidad Santa Rosa de Lima, desde hace pocos meses, hay gas natural en todas las casas, pero hasta ahora no resuelven el problema del agua. El año pasado toda la comunidad cavó zanjas para instalar la tubería del agua, pero no funciono y nuevamente están realizando la instalación.

  1. En el barrio Santa Rosa de Lima, del municipio de Arbieto en Cochabamba, no existe agua potable; las personas reciben agua de cisternas.

  1. La señora Soraida Chileno Siles lava su ropa una vez a la semana para ahorrar agua.

  1. Para no gastar mucho, ni desperdiciar el agua, Soraida recicla el agua del lavado de ropa para el aseo de su casa.

  1. Los envases son muy importantes. La señora Soraida tiene cinco turriles y dos tachos para reciclar el agua, y un tanque donde almacena el agua limpia.

  1. La ducha en la casa de Soraida tiene un tubo que lleva el agua hacia su huerto. Esta conexión fue hecha por su esposo para reutilizar el agua.

  1. Soraida arregla su canal para que el agua vaya por el camino correcto hacia su huerto y sirva para regar sus vegetales.

  1. El agua del lavado de las verduras también se reutiliza en el huerto y se les a los animales, menos al perro y al gato porque les gusta que sea limpia.