por la infancia y un desarrollo solidario

Por José Luis Chamaca Cahuana

La Unidad Educativa 30 de Agosto, ubicada en la comunidad Santa Rosa de Lima, en el municipio de Arbieto del departamento de Cochabamba, gasta al mes unos 28 mil litros de agua en la limpieza de baños, lavado de manos y otras actividades del colegio. El municipio, por lo general, provee el agua, pero cuando falta es la junta escolar la que se hace cargo de comprar de los carros cisterna.

El director de la unidad educativa, Abraham Copa, informó que en el colegio hay 885 estudiantes. Hay dos baños para inicial y primaria, y dos para secundaria. Ninguno tiene instalación a los inodoros y lavamanos. En cambio, tienen turriles y bidones que usan para la limpieza de los baños.

“La unidad educativa un poco carece del instalado del líquido elemental del agua, a razón de eso, nos provee la alcaldía; el Gobierno Autónomo Municipal de Arbieto nos trae (agua) en carros cisterna para almacenar en el tanque”. Sirve también “para hacer la desinfección de los ambientes de las aulas y para las plantitas”.

“Cuando no traen oportunamente, la junta (escolar) es la que adquiere con recursos propios y aportes de los padres de familia”. Según lo que dijo el director, cada cisterna cuesta 150 bolivianos y el tanque se llena con dos cisternas. Para la desinfección de manos, las mamás se turnan para poner alcohol a las manos de los estudiantes en la entrada del colegio.

Para el consumo diario, alumnas y alumnos aportan para comprar un botellón de agua de 20 litros que se encuentra en el curso, pero compran también bolsitas de agua del kiosco.

A pesar de todo, el colegio tiene un huerto que es cuidado por el grupo de autoprotección. Ahí cultivan lechugas, brocoli, acelga, entre una diversidad de hortalizas y verduras que se distribuye entre las y los estudiantes. Para el riego utilizan el agua de lluvia que cosechan en un tanque. Las niñas y niños también usan esa agua para mojarse el cabello y a veces hasta juegan. La portera también la aprovecha para limpiar los cursos.

Sin agua en la comunidad

En la comunidad Santa Rosa de Lima, donde está el colegio, no hay agua. Quisimos entrevistar a un vendedor de agua que conducía un camión cisterna, pero él no quiso. Fuimos detrás del carro en un auto y vimos cómo vecinas y vecinos abrían las puertas de sus casas para comprar el agua en turriles.

Uno de los vecinos nos hizo mirar el agua que recién había comprado. Había cabellos y otras basuras. Para consumirla utilizan un colador y la hierven para beberla. Él reclamó que en la zona hayan instalado primero el gas natural a domicilio.

El turril de esa agua cuesta cinco bolivianos y por lo general proviene de piscinas. En cambio, el turril del agua potable cuesta entre 10 y 15 bolivianos, y es de cisternas avaladas por los dirigentes de la Organización Territorial de Base (OTB) Santa Rosa de Lima. La señora Alejandra Gutiérrez llena su tanque de cuatro turriles por 52 bolivianos y suele durarle una semana.

El presidente de la OTB, Víctor Uribe, dice que el principal problema es que la población ha aumentado mucho. Además, por gastar menos, mucha gente compra el agua que llevan para las construcciones. Pero asegura que este año las familias tendrán agua a domicilio: ya se instaló la tubería y tienen un tanque de 100 mil litros que compraron entre el municipio de Arbieto, una oenegé y la comunidad.

  1. El clima en Santa Rosa de Lima es muy seco. Desde la parte de arriba se puede ver la avenida principal donde están instalando la tubería de agua.

 

  1. Los carros cisterna, llamados “aguaderos”, pasan por las casas a venderles agua.

 

  1. Cada vecino tiene turriles a la entrada de su casa para comprar agua.

 

  1. El agua que le vendieron a este vecino tiene cabellos y basuritas.

 

  1. Cada turril cuesta Bs 5, pero no es buena para el consumo de las personas.

 

  1. En la UE 30 de Agosto no tienen agua en las pilas, usan turriles para asearse y limpiar los baños.

 

  1. El grupo de autoprotección del colegio tiene un huerto que cuidan con agua cosechada de la lluvia.