por la infancia y un desarrollo solidario

Por Tamara Doris Tenorio Murillo

Sigo sin entender cómo los animales pueden vivir en la laguna Alalay. El olor es insoportable. Yo fui el martes 19 de abril para entrevistar a las personas del lugar sobre la contaminación del agua, pero casi no había nadie. Tal vez por ese motivo, ese día había más aves que de costumbre.

Eran casi las cuatro de la tarde de un día bastante caluroso y es justo cuando hace más calor, que los olores son más intensos. Tuve que acercarme para sacar las fotos y aguantaba la respiración para no sentir esos olores que me inundaban y que llenaban mis pulmones.

Mientras yo hacía ese esfuerzo, las aves volaban, nadaban y zambullían en un ambiente nauseabundo, pero sin ruidos y casi sin gente. Según la guía “Aves de la laguna Alalay y alrededores del Centro de Biodiversidad y Genética” de la Universidad Mayor de San Simón, “en la microcuenca Alalay existen 184 especies de aves, distribuidas en 45 familias”: 73 especies viven y se reproducen ahí, 98 tienen algún tipo de migración y 13 son migratorias australes, es decir que migran a lugares con climas totalmente diferentes.

Ese día vi a un ave con plumas blancas y negras, con patitas rojas que parecían fosforescentes. Era un chorlo de espolón. Muy cerca estaba unos patos de tonalidades cafés, llamado pato crestón, y un par de gallaretas. Más allá, en el agua estaba un pato cuchara que, de rato en rato, zambullía, seguramente para alimentarse de los pocos platinchos que quedan en la laguna. Hace seis años, miles de estos peces aparecieron muertos en las orillas de la laguna Alalay.

Al dar la vuelta la laguna me sorprendió encontrar a cuatro caballos, dos eran adultos y dos eran crías, y no había a quién preguntar de dónde venían. Estos animales estaban alimentándose de las plantas que hay en las orillas de la laguna. Según estudios, en algunos lugares de la laguna hay bacterias que atacan al hígado de los animales.

La contaminación de la laguna Alalay comenzó hace unos 30 años. En este tiempo, el gobierno central y la alcaldía han realizado algunas obras para descontaminar el agua, pero pronto se olvidan de darle seguimiento. Una vendedora de jugos a la que encontramos dijo que esta situación tiene que ser resuelta por las autoridades.

La población tampoco ayuda y, por el contrario, sigue botando basura en la laguna y también aguas servidas. Un deportista que trotaba dijo: “claro que hay alcantarillas que ingresan y salen también por la serpiente negra, son aguas contaminadas, sucias”. Además, uno de los afluentes de esta laguna artificial es el río Rocha que también está contaminado por las acciones de las personas.

Aún estamos a tiempo de salvar este espejo de agua, que, aunque se encuentre en muy malas condiciones, es el hábitat de muchos animales y de mucha vegetación, y también un espacio para el esparcimiento de niñas, niños, jóvenes y personas adultas.

  1. La laguna Alalay, ubicada en la ciudad de Cochabamba, es el hogar de varias especies de animales y plantas silvestres.

 

  1. Las aguas servidas de los barrios aledaños contaminan a la laguna Alalay.

 

  1. Las especies que habitan la laguna Alalay son las más afectadas con la contaminación, hace años murieron muchos peces por ese motivo.

 

  1. El terreno alrededor de la laguna es pantanoso e inestable, y a pesar de ello es un espacio que utiliza la población para recrearse y hacer deporte.

 

  1. El desecho líquido que llega a la laguna está producido por la ciudad y no tiene ningún tratamiento.

 

  1. Alison, de 12 años, vive a cinco minutos de la laguna, y como todos los vecinos está afectada por el mal olor que proviene de la laguna que muchos les causa dolor de cabeza.

 

  1. La contaminación también en la laguna es porque botan basura plástica.

 

  1. Las aguas detenidas también contribuyen al mal olor en la zona.

 

  1. La municipalidad ha construido un espacio para hacer deporte en la laguna, a pesar de que está altamente contaminada.