por la infancia y un desarrollo solidario

Por Yasmín Cuba Ágreda y Adriana Lavarden Hurtado

Plantas comestibles y medicinales están creciendo en una quebrada, en medio de los barrios Alto Florida, América y Alto Hoyada, a pesar de lo contaminado del lugar. Surgen debido a la humedad del suelo y a los desechos orgánicos que echan las y los vecinos del lugar.

Acelgas de un verde brillante, tomates que pronto serán rojos, espinacas de hojas grandes, abundante manzanilla y flores de colores blanco y lila crecen en la quebrada, en una tierra bañada con aguas servidas. Estas plantas brotan desde que algunos vecinos empezaron a arrojar ahí sus desechos orgánicos, pero nadie consume esas verduras.

La presidenta de la junta vecinal del barrio Alto Florida, Teolinda Martínez Gutiérrez, cuenta que esa quebrada es un gran foco de infección porque ahí desembocan las aguas de alcantarilla de los barrios cercanos. Cuando llueve, el agua arrastra también basura a la quebrada y en tiempos de verano la fetidez es insoportable.

“Las aguas servidas bajan a esa quebrada, entonces en épocas de verano, con el calor, la fetidez de esa quebrada era más fuerte, los vecinos no podían ni siquiera servirse sus alimentos”. La dirigenta también menciona que la contaminación provocaba enfermedades en niñas y niños. Pero el día que la encontramos estaba feliz, porque luego de 20 años de gestiones consiguieron el “poteo” en el barranco.

En Sucre, denominan “poteo” a la construcción de tuberías de cemento para canalizar ríos y corrientes de agua, que pueden ser también aguas servidas. En el caso de esta zona, además de librarse del mal olor, pretenden también “ganar una avenida porque una vez que se pueda rellenar esa quebrada entonces vamos a tener otro acceso más”.

Cirilo Marín, que vive cerca de la quebrada, también ha sufrido por los malos olores, pero él aprovecha un pequeño terreno en la parte alta donde hizo un huerto que riega con agua limpia; ahí produce cebolla, tomate, acelga y maíz para su consumo.

“Así por divertirme nomás hago esto yo, no pienso yo agarrármelo, nada. Esto es la zona verde, cualquier rato que me digan “señor, esto vamos a ocupar, déjele”, entonces yo se los dejo nomás”, afirmó, muy contento también de que el poteo se haya inaugurado una semana antes, el 28 de mayo.

Las y los vecinos de Alto Florida echan basura por las inmediaciones del barrio. Los desechos llegan a la quebrada y contaminan el medioambiente.

 

Después de más de 20 años, la dirigencia de la zona logró el “poteo” de la quebrada. El tubo con el que canalizaron las aguas servidas les ha servido para mitigar el mal olor.

 

Alrededor del poteo, la vegetación sigue floreciendo y se puede ver una gran variedad de árboles, arbustos y plantas.

 

Acelgas y espinacas, entre otras plantas comestibles, crecen en la tierra bañada por aguas servidas. Debido a la contaminación no son aptas para el consumo humano.

 

El “poteo” sigue en construcción, de manera que las aguas servidas aún pueden verse.

 

Una planta de tomate brotó en medio del barro negro debido a los desechos orgánicos que echan a la quebrada.

 

La manzanilla, una planta medicinal, abunda en la quebrada que conecta los barrios Alto Florida, América y Alto Hoyada. Se nutre de aguas servidas.