por la infancia y un desarrollo solidario

Por Megan Tejerina Herbas, 13 años, ecoperiodista del municipio Cercado, Cochabamba

En las mañanas y en las tardes, el mal olor de la laguna Alalay afecta a las y los deportistas que hacen atletismo y ciclismo, y que usan la pista de la ciclovía para entrenar todos los días. Cuando están en ese lugar sufren náuseas y dolor de estómago y de cabeza, debido a la contaminación por la basura y todo tipo desechos que llegan al agua.

La laguna Alalay se encuentra en el Valle Central de Cochabamba, al pie de la falda oeste de la serranía de San Pedro, sector sudeste, dentro de los distritos 6, 7, 8, 10 y 11. El lugar es grande y hay numerosos árboles que parecen secos debido a la época invernal. En el tramo que recorrimos había apenas cinco patos y tres aves que se sumergían en el agua de color verde oscuro con espuma en las orillas. A dos kilómetros de distancia ya se siente el olor nauseabundo que se desprende del agua, debido a la contaminación.

Néstor Cárdenas Martínez practica atletismo y le gusta entrenar en inmediaciones de la laguna, “pero lamentablemente el mal olor nos afecta”, en especial entre las tres y cinco de la tarde. Al terminar de entrenar siente dolor de estómago debido a la fetidez del aire. “Ha habido un tiempo en que hemos tenido que privarnos de venir a entrenar porque estaba desprendiendo un feo olor y pues nos hace daño”. Joel Gonzáles vivió antes en la zona, pero sufrió una infección intestinal; sin embargo, se estaba trasladando de nuevo a vivir por ahí porque no encontró otro lugar. Ambos entrevistados coinciden en que la responsabilidad es de las y los vecinos que echan basura al agua, a lo que se suma la falta de lluvia y atención de las autoridades municipales.

El nivel de agua de la laguna Alalay ha disminuido y se encuentra contaminada por basura y todo tipo de desechos que la población genera.

En los alrededores de la laguna, existen animales y vegetación que sobreviven a la contaminación y al mal olor que existe en el lugar.

Los deportistas que transitan por la ciclovía, que está ubicada alrededor de la laguna Alalay, no tienen otra alternativa que usar la pista de la ciclovía para entrenarse.

La disminución del agua y la contaminación ha ocasionado que algunas plantas se empiecen a secar.

Incluso las personas que transitan en vehículos por la avenida Circuito Bolivia, sienten la fetidez del aire.