por la infancia y un desarrollo solidario

Por María Teresa Sajama Fuentes, 14 años, ecoperiodista del municipio Cercado, Cochabamba

Algunas dueñas y dueños de perros dejan a sus animales en las calles, abandonados a su suerte, en el barrio Libertador de Cerro Verde. La irresponsabilidad de mucha gente pone a estos caninos en un gran riesgo de ser atropellados.

En las calles del barrio se los puede ver corriendo o durmiendo en medio de la calzada; muchos están echados en las aceras, sin agua, ni comida. A algunos se los ve heridos por peleas con otros perros e incluso con fracturas mal curadas. Algunos se resguardan del sol intenso o del frío en unas casitas construidas de manera improvisada y otros esperan en sus puertas, durante horas, a que les dejen entrar a sus casas.

Aldo Burgoa, dirigente de la Organización Territorial de Base (OTB) Libertador, afirma que hay muchas quejas sobre la gran cantidad de perros sueltos en la calle. Por ello, dice estar coordinando con estudiantes de Enfermería para realizar una campaña de esterilización y vacunación puerta por puerta.  

Luz María Solano, vecina del lugar y dueña responsable, tiene cinco perros y los cuida muy bien; aprovecha cuando hay campañas para vacunarlos. Ella opina que los perros no son para estar en la calle, sino que deben estar dentro de casa. Dora Pardo, una señora de la tercera edad, piensa lo mismo y cuida a su perrita que es su compañera de vida.

Dora reniega contra las personas que dejan a sus perros en la calle porque en cualquier momento los pueden atropellar o pelean. Ella cuida también a los perros de su vecina, que es dueña irresponsable, porque los conoce desde cachorros. Su pedido es que la campaña de vacunación puerta por puerta se haga realidad y no se quede en una promesa de los dirigentes del barrio; al ser mayor, ella no puede ir muy lejos de su casa para llevar a vacunar a su mascota.

Lo ideal para la médica veterinaria Paola Lenis Lozada es que los perros tengan el esquema completo de vacunación, una antirrábica cada año y esterilización para evitar la sobrepoblación. Pero eso no ocurre, por lo general, en el barrio. Además, al estar muchos de ellos en la calle comen cosas tóxicas y toman agua contaminada, lo que les ocasiona diarreas y vómitos.

El contagio de la rabia es un riesgo permanente, dice la veterinaria, al igual que la muerte por atropello de vehículos. Algunas personas ya tratan con más amor a sus mascotas, pero otras, por costumbres aprendidas, aún los maltratan dejándolos en las calles. Esto es algo que debe cambiar.

La Ley Nº 700 “para la defensa de los animales, contra la crueldad y el maltrato”, establece que todos los animales deben ser protegidos contra todo tipo de violencia, maltrato o crueldad, y además deben ser auxiliados en cualquier tipo de emergencia.

 

En el barrio Libertador muchos perros duermen en medio de la calle, con el riesgo de ser atropellados.

Cuatro perros callejeros pasan sus días en el barrio Libertador.

Construcciones precarias les dan sombra y cobijo a los perros echados a las calles.

Un perro espera a que su dueño le abra la puerta para entrar a su casa.

Tres perros que están afuera, vigilan la casa, mientras esperan a que les abran la puerta.

Dora Pardo es una dueña responsable que cuida a su perrita y la lleva a pasear en las tardes.