por la infancia y un desarrollo solidario

Por José Quiroz Ortega, 13 años, ecoperiodista del municipio Cercado, Cochabamba

En el colegio Tupac Katari, que tiene aproximadamente 15 años, hay un solo baño con cuatro letrinas y sin instalación de agua, y es compartido por 755 estudiantes de todos los niveles. Esto sucede en la Organización Territorial de Base (OTB) Plan 700 de la zona Sud de la ciudad de Cochabamba.

El pequeño baño se encuentra cerca a la puerta del colegio, dos letrinas son para niñas y dos para niños. Al llegar al colegio se siente un olor desagradable que incluso provoca nauseas a algun@s estudiantes; muchas y muchos prefieren aguantar las ganas de ir al baño hasta llegar a sus casas para evitar ingresar al lugar. Pero hay quienes, por la urgencia, hacen una fila interminable a la hora del recreo.

Los cubículos son tan pequeños, que si colocaran inodoros las puertas no podrían abrirse ni cerrarse. Como no hay agua, las y los estudiantes usan un bidón reciclado para echar agua, pero a veces el agua no pasa y la orina se queda estancada. La portera del colegio tiene que aguantar el mal olor, pues ella es responsable de mantener limpio el baño.

La estudiante de la promoción Katherine Condori dice que el baño resulta demasiado pequeño para cualquier persona y que el colegio necesita con urgencia otros baños.

De acuerdo al estudio “Progresos en el acceso a fuentes mejoradas de agua e instalaciones mejoradas de saneamiento en Bolivia”, publicado por la Unidad de Análisis de Políticas Sociales y Económicas (UDAPE) en 2016, la falta de baños adecuados en las escuelas provoca que las niñas y niños se ausenten de clases; esto afecta sobre todo a las mujeres. Por ejemplo, las adolescentes pierden días o dejan de ir al colegio cuando empiezan a menstruar.

Cinthia Ortega y Yoseline Ugarte, estudiante del último grado, sugieren exigir a la alcaldía o a la junta escolar que se construyan otros baños, pues la situación es insoportable. El director de la unidad educativa, Gregorio Mancilla, reconoce la problemática y asegura que ya está proyectada la construcción de nuevos baños para los niveles primario y secundario. En efecto, en un lugar un poco más alejado de las aulas, están empezando a colocar los cimientos de la nueva construcción.

Darle solución a este problema es muy importante porque, según la médica Grace Zambrana, la exposición a malos olores genera diversos malestares en la salud, como dolores de cabeza, náuseas, vómitos, problemas respiratorios y mal estado de ánimo.

Además, las niñas tienen mayor riesgo de contraer una infección urinaria, pues en un baño donde entra mucha gente hay un sinnúmero de bacterias y ellas deben sentarse para hacer sus necesidades. A esto se añade que aguantarse también puede ocasionar infecciones urinarias y, a largo plazo, dificultades para vaciar la vejiga de forma adecuada. Las niñas y los niños tienen derecho a estar en un medioambiente limpio que garantice buena salud.

 

Patio de la Unidad Educativa Tupac Katari de la OTB Plan 700 de la zona Sud en la ciudad de Cochabamba.

Las filas para entrar al baño en el recreo siempre son largas.

No hay agua en los baños y a veces se tapan.

La portera del colegio Tupac Katari tiene que limpiar de forma constante los baños, aun así, el mal olor es permanente.

El único baño del colegio Tupac Katari, cada lado tiene dos letrinas y no hay agua.