por la infancia y un desarrollo solidario

Por Luciana Camila Loza, 15 años, ecoperiodista del municipio El Alto

En la actualidad, el mercado no ofrece alternativas a las toallas sanitarias y tampones que contaminan el medioambiente. La copa y el disco menstrual, las toallas y calzones reutilizables, la esponja menstrual, entre otras, casi no se conocen y en el centro de la ciudad de La Paz son difíciles de conseguir.

Fabiana Tapia tiene 26 años y decidió usar la copa menstrual hace tres años porque contamina menos que las toallas higiénicas. Ella asegura que este método de cuidado le ha causado menos problemas, pues evita infecciones e incluso que le ocurra algún accidente de manchado. La buscó mucho y la encontró en el CIES, una organización de salud que la vende en 50 bolivianos.

Raiza Zeballos, psicóloga del servicio legal Mujeres en Busca de Justicia y usuaria desde hace muchos años de la copa menstrual, afirma que no hay un programa educativo en Bolivia que permita hablar de la menstruación o de los métodos alternativos menos contaminantes. Ella dice que este tema aún es tabú en la sociedad y para las adolescentes se maneja como una información prohibida.

Según de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y de Infobae, cada mujer utiliza entre 10 mil y 13 mil toallas higiénicas en su vida fértil, lo que genera 60 kilos de residuos de este artículo. Las toallas sanitarias son clasificas como residuos peligrosos, pues tardan 500 y 800 años para degradarse, y terminan sobre todo en vertederos, ríos y océanos. Todas las mujeres debemos ser conscientes de que existen otras formas de protegernos durante la menstruación, más saludables para nosotras y para el planeta.

Para tomar en cuenta

El artículo 13 de la Convención sobre los Derechos de la Niñez (CDN), "Derecho a la libertad de expresión", ampliado por la Observación General N.º 26, en una segunda parte, indica que "los gobiernos deben asegurarse de que las niñas y los niños tengan acceso a información clara y precisa sobre el medioambiente y el clima".

 

 Los supermercados tienen una gran oferta de toallas higiénicas, pero ninguna que contamine menos.

 

Las empresas llevan sus productos incluso a los colegios, pero no informan que las toallas higiénicas tardan entre 500 y 800 años en degradarse.

 

En algunas farmacias se puede encontrar la copa menstrual que es reutilizable y evita infecciones.

 

Raiza Zeballos explica cómo se usa la copa menstrual.

 

 Un detalle de la copa menstrual que suele estar hecha de goma o de silicona.