Por Yisel Gianela Nina Quispe, 14 años, ecoperiodista del municipio Uyuni
Para reducir la contaminación en la zona céntrica, desde hace dos años, el Gobierno Autónomo Municipal de Uyuni ha instalado contenedores de reciclaje en ocho vías principales de la ciudad para el acopio de botellas PET.
Anaís Arena, responsable de la Unidad de Medio Ambiente del Gobierno Autónomo Municipal de Uyuni, manifestó que esta iniciativa tiene la finalidad de “fomentar a la población de Uyuni a que puedan hacer la clasificación de residuos plásticos”, debido a que una gran cantidad llega al botadero. Los contenedores están ubicados en las avenidas Potosí, Colón, Avaroa, Cabrera y Santa Cruz, y en la terminal y Plaza de Armas. Cada semana se descargan los contenedores y las botellas son trasladadas a una empresa recicladora.
De varias personas entrevistadas, entre estudiantes, vecinos y comerciantes de Uyuni, solo dos personas conocen de esta iniciativa de acopio de botellas, mientras que la mayoría desechan estos en la basura. Lo que sí saben todas y todos es que se trata de un material contaminante.
Reina, comerciante de artículos domésticos, manifestó que llena de agua las botellas pet y las coloca delante de su puesto para que los perros orinen ahí y no ensucien su mercadería al menor descuido. Deja el agua unos cinco días y luego la utiliza para mojar el piso de la calle para disminuir el polvo, después desecha los envases en la basura y prepara otras botellas.
Isaac Basilio, director del Hospital General José Eduardo Pérez, señalo que alrededor de la ciudad de Uyuni hay botaderos de desechos sólidos, de plásticos en especial, no solo botellas de gaseosas, sino también bolsas. Él recuerda que este material demora más de 150 años en desintegrarse y, mientras, crea focos de infección dañinos para la salud.
Según la página National Geographic, “cada minuto se vende un millón de botellas de plástico en todo el mundo. Cada botella de plástico tarda unos 450 años en descomponerse. Si no está a la intemperie, la cifra se aproxima a los 1.000 años”. En 2018, la producción global de plásticos fue de 359 millones de toneladas, un peso similar al aproximado de la población mundial.
Para tomar en cuenta
El cambio climático es un límite que está superado, por eso el planeta está experimentando cambios drásticos en el clima, debido al aumento de la temperatura global. El incremento del calor ha sido ocasionado, a su vez, por una mayor emisión de gases de efecto invernadero, como el CO2.
Los contenedores de reciclaje de botellas PET, instaladas por el municipio de Uyuni, son metálicos y miden unos dos metros de alto y un metro y medio de ancho. Este está ubicado en la plaza Aniceto Arce, delante de la exalcaldía, que ahora funciona como punto de información turística.
Pocas son las personas que aplanan las botellas PET antes de echarlas al contenedor de reciclaje. La mayoría es de Coca Cola, lo que refleja el alto consumo de esta gaseosa en Uyuni.
Una vendedora ambulante de tostado de haba y maíz, entre otros, tiene que estirarse para colocar la botella al contenedor por uno de los dos orificios que están en la parte superior. En el recuadro azul hay información sobre el tiempo que demoran las botellas PET en desintegrarse.
Este contenedor está ubicado en la avenida Colón, una vía céntrica que se encuentra cerca de cuatro unidades educativas. A partir del mediodía y hasta las dos de la tarde, la jardinera central se llena de estudiantes que pueden leer el letrero del contenedor: Punto Verde, REusa, REduce, REcicla.
Un detalle del orificio por donde se meten las botellas PET al contenedor. Este se encuentra en el pasaje Juan Auza Chacón, entre las calles Cabrera y Colón. Ahí está el mercado Antofagasta donde venden desde artículos electrodomésticos y celulares, hasta prendas de vestir y golosinas.
En Emergencias del hospital José Eduardo Pérez reciclan botellas pet para desechar agujas y ampollas de vidrios, entre otros objetos cortopunzantes.