por la infancia y un desarrollo solidario

Por Belén Montaño Camacho, 16 años, ecoperiodista del municipio San Benito

Las y los estudiantes de la Unidad Educativa Técnico Humanístico La Bélgica en la comunidad Paracaya, en el municipio de San Benito, derrochan el agua en los baños y en diferentes lugares, durante los horarios de recreo y en los talleres de la tarde. Esto se debe, la mayoría de las veces, a comportamientos aprendidos en sus casas, por diversión o por descuido.

Según declaraciones de Rocío Zurita Blanco, portera del colegio, “en los baños nuevos, especialmente, echan agua; les hablamos a los chicos, igual no entienden, qué podemos hacer”. Este problema ha ocasionado que algunos estudiantes salgan lastimados, incluso con fracturas, porque resbalan y se caen. Con las advertencias del plantel docente, algunos recapacitan y cuidan mejor el agua, pero aún hay estudiantes que la malgastan, indica el profesor Macario García, director de la unidad educativa.

Según estudios de tres organizaciones –Fundación FH Bolivia, Habitat para la Humanidad y Water For People Bolivia–, en nuestro país “se desperdicia hasta la mitad del agua potable disponible, mientras que 1,5 millones de personas no tienen acceso a este servicio y otros cuatro millones tampoco cuentan con saneamiento básico”. La organización Water For People Bolivia trabaja actualmente en el Valle Alto cochabambino para el acceso al saneamiento básico y agua potable.

Para recordar

El malgasto de agua atenta contra el artículo 24, inciso c) de la Convención sobre los Derechos de la Niñez.

 

 

 

Por la poca presión de agua y a causa de cañerías rotas, el agua no sube a los grifos; por eso es necesario utilizar turriles para almacenar agua.

 

El agua de los turriles tiene que llevarse en cubetas para limpiar los inodoros; es entonces cuando las y los estudiantes juegan y mojan el suelo.

 

 

 

Por jugar, las y los estudiantes dejan abiertos los grifos y malgastan el agua.

 

 

 

 

 

Los pisos mojados de los baños del colegio “La Bélgica” han ocasionado fuertes caídas a las y los estudiantes.

 

 

Rocío Zurita Blanco, portera de la unidad educativa, a diario tiene que secar los pisos de los baños para evitar accidentes, debido al agua que echan y malgastan las y los estudiantes.