Por Bladimir Huayhua Laura - Niño ecoperiodista
Los malos olores de la laguna Alalay, por el agua detenida y falta de desagüe en los barrios aledaños, afecta a las vendedoras, a los trotadores y a la población de Cerro Verde, a quienes provoca distintos malestares.
La laguna Alalay, en la ciudad de Cochabamba, está rodeada de barrios muy poblados y de una carretera. En su interior, es un lugar bordeado por árboles y una vía para trotadores y bicicletas. Los domingos va más gente que otros días a jugar en las canchas, a trotar y a tomarse fotos. Las familias van a comer y a pasar un momento con las niñas y niños. Otras personas van a observar a las aves y la flora que tiene.
José es un joven que trota dos veces a la semana alrededor de la laguna. Él dice que con el tiempo se ha acostumbrado a los malos olores de la laguna Alalay. “No me afecta mucho, pero sí molesta el olor, hiede, a veces traspasa la ropa y con ese olor llegas a la casa”.
Los trotadores no van seguido a la laguna, pero los que viven y trabajan ahí sienten el mal olor todos los días. Las vendedoras de refrescos están a orillas de la ciclovía y sienten la fetidez directamente. Cecilia Laura es una de ellas y opina que falta limpieza en la laguna y que a veces el olor es más fuerte. Según cuenta, cuando el olor sube no se pude pasar por ahí y ni siquiera se puede destapar el envase de refresco para venderlo.
Pero no solo es el mal olor. La doctora Zaida Lucas, directora del centro de salud de Cerro Verde, dice que es nocivo para los habitantes de la zona: “A las embarazadas y a otras personas que ya están enfermas les da ganas de vomitar, llegan a vomitar. Si en algún momento corre el viento, ingieren alguna suciedad, les da diarrea, o sea, perjudica la salud”.
La doctora cree que, como no está lloviendo mucho, el agua está como depositada, no es limpia, entonces los mosquitos y las algas hacen que se produzcan malos olores. Además, señala que muchos vecinos botan las aguas de sus baños y también basura.
El presidente de la organización territorial de base (OTB), Aldo Chávez Burgoa, explica que la contaminación de la laguna es por el agua detenida, pues no tiene el desagüe que antes se utilizaba para ingrese el agua que venía de la represa de La Angostura.
La doctora Zaida Lucas explica que es nuestra responsabilidad aprender y saber dónde botar la basura y el agua de alcantarilla que genera malos olores. El acceso a la salud es un derecho de todas las personas en el país, y el acceso a un medio ambiente sano está vinculado con ese primer derecho.
Las personas que caminan y trotan por la laguna necesitan que el aire sea limpio.
A pesar de la contaminación las plantas crecen entre los malos olores.
Espuma verde se acumula en las orillas.
Las malas personas botan su basura a la laguna
El mal olor se siente hasta el lugar de la carretera.
Las personas que venden por la laguna sufren dolores de cabeza por el aire contaminado.