por la infancia y un desarrollo solidario

Por Valeria Moreira Cruz - Niña ecoperiodista

Después de caminar dos horas desde el centro de Betanzos, en el departamento de Potosí, hacia Rincon Cuchu, visitamos a dos familias muy parecidas entre sí, pero también muy distintas.

Don Pedro Menacho y su esposa Severina Muñoz tienen más de 70 años y llevan casados más de 50 años. Sus vecinos Alfredo Coro y Faustina Padilla Mamani también son esposos y llevan casados 44 años; ambos tienen más de 60 años. Las dos parejas son agriculturas y de vez en cuando reciben la ayuda de sus hijos, por eso contratan peones y maquinaria para remover la tierra, sembrar y cosechar.

¿En qué se diferencian? Don Pedro y doña Severina dedicaron toda su vida a la agricultura, heredaron las tierras de su familia y viven en el lugar desde hace muchos años. Sus tierras son muy extensas, preguntamos cuántas hectáreas tienen, pero don Pedro solo nos dijo que comienza desde una casita de calamina que se veía a lo lejos hasta la punta del cerro. Todo lo que producen es para la venta en diferentes departamentos, en especial en Potosí, aunque también consumen sus productos. Y usan pesticidas químicos para proteger la cosecha.

Don Alfredo y su esposa hace dos años que se fueron a radicar a Betanzos por motivos de salud. Recién están aprendiendo de la agricultura y es muy difícil para ellos. Su terreno es pequeño y lo compraron de su vecino. Todo lo que ellos producen es para su consumo diario y compran los alimentos que les faltan en el mercado de Betanzos. Solo utilizan abono natural.

Los comunarios de esta zona sufren de escasez de agua tanto para el riego como para su consumo, por eso practican la cosecha de agua. Don Pedro tiene acceso al río y de ahí proviene el agua que necesita para sus sembradíos, pero en época de lluvias. Cuando no llueve, deben trasladar agua desde Betanzos.

Don Alfredo cavó un pozo de cinco metros de profundidad, pero fue en vano porque se tapó con la misma tierra. Ahora, cada vez que se les acaba el agua de su consumo van hasta Potosí a traerla y para el riego acumulan agua de lluvia en sus tanques.

Liseth Ticona Choque, ingeniera responsable de Áreas Verdes y Medio Ambiente del Gobierno Autónomo Municipal de Betanzos, informó que hay “en varios sectores escasez de agua en el municipio”. En Rincon Cuchu “sí hemos tenido escasez y generalmente utilizaban atajados para las cosechas de agua para luego utilizar riego”.

La funcionaria recomienda que los comunarios presenten un proyecto al municipio para registrarlo en el presupuesto, el problema es que tienen que ser como mínimo 15 personas para que el proyecto sea tomado en cuenta. Pero esto es muy difícil de lograr porque las casas están muy dispersas.

El agua es muy importante para nuestro consumo diario y también para la agricultura, y el acceso al agua es un derecho fundamental que no se está respetando en el Municipio de Betanzos.

En las faldas del cerro Thumillki, ubicado en la localidad de Betanzos, hay cultivos que sufren de escasez de agua.

Los agricultores acumulan agua en tanques para su consumo diario y para regar los cultivos.

Don Alfredo Coro y doña Faustina Padilla tienen muchas preocupaciones por la falta de agua y por su inexperiencia en la agricultura, pero no se rinden.

En Rincon Cuchu la falta de agua ha afectado las comunidades durante muchos años. La tierra es arenosa y requiere más agua.

Los cultivos son regados por sectores utilizando mangueras e intentado nutrir la mayor extensión de cultivos.

Doña Severina Muñoz le ha dedicado su vida a la agricultura.