Por Camila Dávila Mena - Niña ecoperiodista
Una emprendedora de minijardines y una activista ecologista, ambas adolescentes, promueven el amor por la naturaleza desde distintos lugares y con diferentes acciones en la ciudad de Sucre.
“Cielo Mío regala vida”. Esta frase la dijo Karla Varela, emprendedora de 18 años que produce y diseña minijardines llenos de creatividad. Comenzó su emprendimiento con apenas 14 años. Todo surgió un 21 de septiembre del 2017, cuando quiso tener un detalle con una persona especial.
Al principio sus minijardines eran para familiares, amistades y/o seres queridos, pero su emprendimiento creció y ahora llega a un público mucho más grande.
En casa de Karla todo está lleno de vida, se siente paz y alegría al ver plantas de diversos tamaños y formas. Se respira fresco. Esa es la magia de las plantas. Los colores abundan en majestuosas flores, a pesar de que su espacio es pequeño.
“Cielo Mío” diseña minijardines con cactus y suculentas. Karla recomienda regarlos tres veces a la semana, pues no necesitan mucho cuidado, son resistentes y duraderas.
“Me siento inmensamente feliz porque ver a personas, a clientes, con una sonrisa es satisfactorio para mí”. Sus clientes le mandan mensajes mostrándole sus minijardines, “eso me hace sentir feliz”.
En el activismo
Desde otro espacio, Noelia Delgado, una activista de 16 años, expresa su amor y cuidado por el medioambiente desde la organización juvenil Youth Climate Save Chuquisaca (YCS-CH), un movimiento ecologista que promueve el cuidado y defensa del medio ambiente y los animales.
Ella cree que “para hacer una diferencia ambiental no necesitas tener exactamente algún material o algo, sino que es parte de la actitud que tengas tú”. Por eso participa en diversas actividades, como la recolección de tapitas para ayudar en la lucha contra el cáncer, la reforestación junto con otros voluntarios, la recolección de plásticos para fabricar ecoladrillos.
Su trabajo voluntario incluye difundir información relacionada con el cuidado y defensa del medio ambiente y de los animales, en especial entre niñas, niños y adolescentes para que tomen más conciencia sobre el tema.
“Ayudar al medio ambiente es una forma de conservar nuestra propia vida”, dijo Jhonny Durán, director de la unidad educativa Simón Rodríguez Carreño de la ciudad de Sucre. Aunque no sabe de las actividades de Karla y Noelia, recuerda que ya en los años 60 existía una política pública que permitió la reforestación de los cerros Churuquella y Sica Sica y zonas alejadas de Sucre.
Pero “si usted sube y ve la ciudad desde las zonas altas es un monumento al ladrillo nada más”, es decir que quedan pocas áreas verdes como el Parque Simón Bolívar, la Plaza 25 de Mayo y algunas plazuelas.
Jhonny Durán también menciona que es posible generar normativa para superar ese problema. Sus propuestas son las siguientes: que las futuras construcciones tengan 25% de construcción y 75% de áreas verdes o de huertos, y que en el ámbito de la educación se realicen planes y/o programas que enseñen los valores, importancia y concientización sobre la necesidad de cuidar y proteger al medio ambiente, comenzando por los más pequeños, hasta los jóvenes, para tener un futuro mejor y con más árboles.
Karla Varela adora las suculentas y tiene una gran variedad para llenar de verde el interior de las casas.
El nombre del emprendimiento de minijardines está relacionado con la paz que provocan las plantas.
Hay minijardines para todos los gustos.
Cada minijardín es amorosamente cuidado.
Cielo mío hace ambientes agradables para las plantas.