Por Leydi Choque Quispe
“Árboles no tengo en la casa, pero sí en la plaza”, dice la señora Anabel Gonzales que tiene una tienda frente a la plaza Tortuguita en la zona Norte de la ciudad de La Paz. Ella y sus vecinos disfrutan de la vegetación y de los árboles que cuidan algunos habitantes del barrio.
Este lugar de la ciudad de La Paz tiene viviendas con patios muy pequeños o sin ellos, pero la acción de sus vecinos demuestra que los árboles pueden crecer grandes, verdes y con un follaje espeso. Así están los árboles en la calle Agustín Ugarte, ubicada a la vuelta de la plaza. El jardinero del colegio María Inmaculada los ha protegido del clima y de los transeúntes.
Esta calle solo tiene dos cuadras, la del colegio tiene unos 20 árboles muy bien cuidados en sus dos aceras, pero la siguiente cuadra, donde se encuentra una fábrica, tiene las aceras vacías, aunque existen los espacios para plantar árboles.
María Isabel Reguerín, coordinadora de primaria del colegio María Inmaculada, donde están registrados 870 estudiantes, indica que hay familias en la zona que atienden el crecimiento de los árboles.
“Nosotros somos los que cuidamos (los árboles), o sea siempre el portero va regando, pero también hay familias que se preocupan. Si usted ve ahí abajo, siempre le dan forma al arbolito, nosotros también tenemos al jardinero que sale y recoge las hojitas”, explica María Isabel.
Anabel Gonzales dice que la plaza Tortuguita antes estaba descuidada y llamaron a los periodistas para quejarse de ese abandono: “Nosotros queríamos que se encierre esto para que sea más limpio porque muchos perros se entran, lo destrozan. Cada uno (vecino) está cuidando los árboles pequeños”.
La plaza Tortuguita tiene tres árboles en un espacio pequeño y a la vez hay plantines en crecimiento, cerca de plantas suculentas que adornan los jardines. Las niñas y niños van a jugar en el tobogán y las personas adultas descansan ahí. Orlando Terán, otro vecino, dice que no cuida los árboles, pero tampoco los maltrata.
En estas calles, la plaza Tortuguita es el único espacio de recreación y tiene áreas verdes. Sin embargo, desde ahí todavía se puede ver un bosquecillo en la cima de la montaña, lo que recuerda que ese lugar estaba poblado de árboles.
María Isabel comenta que “es muy importante tener un árbol cerca”, ya que ellos proporcionan oxígeno a todas las familias y también dan sombra.
¿Cómo se sentiría si no existiera el parque y los árboles? Anabel Gonzales responde: “No pues, nos sentiríamos muy mal porque sin eso no hay vida”. Ella atiende todo el día su tienda y la plaza Tortuguita le da un ambiente de tranquilidad.
La presencia de árboles en la ciudad contribuye a crear un ambiente saludable, protegido y equilibrado, que es un derecho de todas las personas.
Plaza Tortuguita, ubicada en la calle Pedro Kramer de la zona Norte de la ciudad de La Paz.
Vecinos junto a la alcaldía sembraron muchos platines para ayudar a reforestar el parque.
El parque es el único espacio con áreas verdes. Han sobrevivido tres árboles de lo que antes fue un bosque.
Una mariposa nocturna aturdida estaba en el suelo y la colocamos en un árbol para que se recupere.
Los murales intentan educar a vecinas y vecinos sobre el cuidado del parque, y el alambrado protege a los plantines.
Anabel Gonzáles, que vive cerca a la plaza, comenta que antes este espacio estaba descuidado.
En dos cuadras de la calle Agustin Ugarte, podemos ver cómo algunos vecinos han mantenido y cuidado los árboles, mientras que otros han decidido sacarlos.
María Isabel Reguerín, educadora de la escuela María Inmaculada, utiliza los sociodramas para educar a sus estudiantes sobre el cuidado de los árboles y del medio ambiente.
Al salir del colegio María Inmaculada, sobre la calle Agustín Ugarte, observamos un túnel formado por árboles. Este lugar, que no es parte del colegio, es cuidado por su jardinero.